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La marihuana es excepcionalmente segura. Esto no quiere decir que no tenga efectos adversos. Como todas las drogas, la marihuana puede ser dañina si es tomada en exceso o se abusa de ella.

Los efectos de la marihuana se sienten casi de inmediato después de fumar. Si se toma por ingestión oral, se pueden retrasar una hora o más.


Los consumidores crónicos, los que fuman marihuana todos los días, pueden sentir unos efectos más prolongados, aunque mínimos, durante días o semanas después de dejar el hábito. Las causas de esta "confusión cannábica" son dudosas.

La mayoría de cannabinoides inhalados en un porro acaban en cualquier otro sitio distinto del cerebro. Vuelven lentamente al torrente sanguíneo después de varios días.

Los síntomas más comúnmente descritos son los siguientes:

>Sequedad de garganta, que desemboca en sed.

>Enrojecimiento del blanco de los ojos, o conjuntiva, debido a la dilatación de los capilares oculares.
>Dilatación de pupilas. En consumidores empedernidos, los ojos sufren un amarilleamiento remanente (debido a esta dilatación capilar casi constante) que puede alargarse mucho tiempo después de dejar de consumir.

>Aceleración del pulso, o taquicardia.

>
Reducción de la presión intraocular, benéfica para los enfermos de glaucoma.

>Dilatación bronquial y de los bronquiolos.

Además, el humo de la marihuana (como todos los humos) tiene efectos irritantes en los pulmones, exactamente igual que el tabaco. Estos no proceden de los cannabinoides, sino de otros productos tóxicos de la combustión.

Afortunadamente, pueden reducirse mediante diversos métodos de fumar (como las pipas de agua), y eliminarse completamente ingiriendo la marihuana en lugar de fumarla.

Muchas personas que han probado el pastel Ganja o las Galletitas Verdes se han llevado malas experiencias por un consumo excesivo, pues al no hacer efectos inmediatos como fumando, comen el preparado a una cantidad igual que si no llevara Yerba y luego vienen los mareos...

Si lo haces, debes consumir la toda de una! tanto si fumas o comes, para conocer bien los efectos y evitar reacciones desagradables, especialmente si eres novicio en el asunto.


Sobredosis de marihuana y tratamientos


En algunos casos, los consumidores pueden experimentar reacciones agudas de pánico, caracterizadas por ansiedad, paranoia, timidez, perdida del autocontrol, pensamientos atropellados y desorientación.

Afortunadamente, estas reacciones son poco frecuentes y normalmente desaparecen al cabo de un par de horas, sin necesidad de tratamiento médico alguno.

Las víctimas de este tipo de experiencias pueden estar seguras que su malestar no durará mucho.

A menudo, las sensaciones agradables y desagradables se suceden en oleadas alternativas mientras los pensamientos suben y bajan.

Las reacciones de pánico son más habituales entre consumidores novatos con dosis excesivas (esos pasteles...) y en entornos desagradables.

En caso de hacerlo, los primerizos deberían tener la precaución de comenzar con dosis pequeñas en un ambiente cómodo y con tiempo para experimentar la droga.

Ocasionalmente, la marihuana puede producir síntomas físicos desagradables, que incluyen dolores de cabeza, vértigo, náuseas y vómitos.

Pueden estar precedidos de ansiedad, y son más habituales con dosis potentes. Algunos individuos experimentan estos síntomas de manera regular, como una reacción alérgica.

Lo más frecuente, sin embargo, es que las reacciones físicas adversas se presenten como consecuencia de una sobredosis.

Aunque no resulten nunca fatales, las sobredosis fuertes son desagradables y pueden debilitar temporalmente al paciente.

Los síntomas incluyen ansiedad, pánico, agitación, alucinaciones y fuertes taquicardias, que desembocan en inmovilidad, apatía e inconsciencia.

Afortunadamente los efectos duran poco y desaparecen con unas horas de sueño, sin necesidad de antídoto alguno.

Las sobredosis tóxicas son más escasas con la marihuana inhalada que al ingerirla oralmente, ya que los fumadores pueden percibir instantáneamente que ya tienen suficiente o que la droga es muy potente.

A lo sumo, los fumadores pueden ir "una calada más allá del punto" antes de darse cuenta de que están demasiado colocados y detener el consumo. Las dosis orales son mucho más difíciles de controlar.

No es difícil pasarse con los pastelitos y no darse cuenta de lo que te ha sucedido hasta varias horas después.

Las intoxicaciones de marihuana eran más habituales a finales del siglo pasado y principios de éste, cuando los preparados médicos eran potentes tónicos que contenían cientos de dosis por litro.



Set and Setting (escenario y colocación)


Los efectos de la marihuana son especialmente dependientes de las variaciones en el decorado y la situación individuales (set and setting).

El set [escenario, decorado] se define como lo que el consumidor aporta a la droga: su propia situación médica, psicológica, fisiológica, estado mental, etc.

Por eso algunos pacientes están más preparados que otros a los beneficios terapéuticos de la marihuana de una manera natural.

El setting [colocación, situación] es la situación externa en la cual el consumidor toma la droga: el entorno físico, sensorial y social.

Las personas que habitualmente disfrutan con la marihuana, a menudo reaccionan desfavorablemente en circunstancias negativas, si están presionados por las obligaciones, desconcertados por una compañía que no les resulta agradable o si se encuentran en entornos desagradables.

La marihuana tiene la capacidad "paradójica" de producir reacciones opuestas en circunstancias diferentes.

Aunque es típico de ella calmar las náuseas, la epasticidad, el dolor y el insomnio, puede también agravarlos en situaciones excepcionales o sujetos determinados.

Una vez más, hemos de decir que la marihuana puede producir euforia, placer o relajación, en una ocasión, y malestar, depresión o ansiedad en otra.

La naturaleza paradójica del cannabis procede del hecho de que sus efectos son filtrados a través de los centros superiores de la consciencia humana.

Por ello, el poeta francés Baudelaire llamó al hachís "el espejo de aumento", enfatizando la importancia de la personalidad además del set and setting. La marihuana tiene resultados diferentes en gente diferente.

La gente que la aprecia la usa a menudo para aumentar la intensidad de sus sensaciones. Pueden fumar antes de comer, escuchando música, presenciando películas o partidos, o dando un paseo o una excursión, o de charlas con los amigos, o simplemente reflexionando.

Muchos consumidores advierten sentimientos subjetivos de creatividad e inspiración, aunque esto no siempre soporta un sobrio análisis posterior.

Muchos consumidores devotos comunican sentimientos de euforia, alegría, buenos deseos, empatía y sentimientos religiosos.

Dicen que la marihuana les ayuda a pensar en cosas serias, a ponerse introspectivos y espirituales, a captar la esencia de las cosas.

La persona a la que no le gusta la marihuana se queja de ansiedad, inseguridad, paranoia, timidez, irritabilidad, disforia y pérdida del autocontrol. Pueden también percibir que interfiere en su capacidad laboral, concentración y funciones.